En entrevista exclusiva con este medio,
Alejandro Ibáñez, instructor en RCP y miembro del grupo
«RCP Santiago», explica sobre el trabajo de capacitación que despliega en la provincia junto al equipo de profesionales que lo acompañan, para brindar a las comunidades los conocimientos básicos que le permitan reconocer y saber cómo actuar en distintos casos de urgencia como muerte súbita, ahogamientos y demás; en este sentido dijo que «nuestras capacitaciones están destinadas a docentes, trabajadores de la salud, policías, deportistas, personal de distintas organizaciones y público en general. Contamos con los elementos necesarios para las prácticas y están abaladas mediante resolución de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional».
La técnica del RCP combina respiración boca a boca y compresiones cardíacas. La respiración boca a boca suministra oxígeno a los pulmones de la persona, mientras que las compresiones cardíacas mantienen la sangre oxigenada circulando hasta que se puedan restablecer la respiración y las palpitaciones cardíacas. Las prácticas incluyen la apertura de la vía aérea, comprobación de la respiración, masaje cardíaco y ventilaciones.
Por lo tanto, es de fundamental importancia que la mayor cantidad de personas conozca las técnicas de reanimación básicas, especialmente personal de policía, bomberos, inspectores de tránsito, personal de oficinas públicas, bancos, colegios, etc., como así también ciudadanos comunes, con más razón si son familiares de pacientes cardiópatas, ya que el mayor porcentaje de casos de muerte súbita suceden en los domicilios particulares.