“Entró mucha agua, las piletas están llenas de barro, nos rompieron todo el negocio”, dijo a Cadena 3 Fernando Campana, encargado del complejo.
“Hay heladeras flotando por el complejo, estoy tratando de cortar la electricidad, voy a llamar a Alumbrado Público porque recién el agua me volteó un poste y tengo los cables de un lado para el otro, tengo miedo de que se electrocute alguien”, manifestó.
Vecinos aseguran que la creciente del río Grande supera los ocho metros y que desde la década del ’80 no había un desastre de semejante magnitud.
El agua río que pasa por el balneario Morecabo fue hacia el complejo Siete Cascadas, y se llevó los techos de los puestos de comida.
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