General | 26-11-2010

Los alumnos dejan la escuela por los paros, los malos maestros y hasta la inseguridad



Así lo establece un estudio realizado por la fundación Cimientos. El descontrol, el desinterés de los docentes, las huelgas y la violencia en las aulas son algunas de las fallas que señalaron los propios estudiantes. Mirá el informe completo



Para muchos jóvenes que concurren a las escuelas es la misma institución educativa la que genera las condiciones para que decidan abandonar o ver a la educación como algo poco relevante para sus vidas.

Así surge de un estudio elaborado por Cimientos, Fundación para la Igualdad de Oportunidades Educativas, que mantuvo reuniones semanales con 60 chicos que asisten a escuelas públicas del segundo cordón del conurbano bonaerense, y que fueron elegidas por ser a las que asisten aquellos más vulnerables desde el punto de vista social y educativo.

Entre las conclusiones del informe se destaca una que dewscribe a la escuela de forma lapidaria: "Un tiempo escolar entrecortado por las numerosas inasistencias de alumnos y docentes, y por la reiterada suspensión de clases, tiempo cuya cadencia, marcada por la repetición de contenidos, actividades y explicaciones, refiere a una escuela lenta en sus ritmos, donde da lo mismo estar que no estar".

El trabajo, dirigido por Graciela Krichesky, indica que los chicos están lejos de ver a la escuela como el lugar de contención que debería ser. Allí, los estudiantes describen a la institución como lugares más vinculados al encierro que al refugio, así como un lugar poco acogedor, sucio, roto y frío.

En diálogo con Radio 10, una integrante del equipo de investigación que realizó el estudio, María Cortelezzi, afirmó: “Tenemos que pensar en la escuela como la única institución en a que los jóvenes pueden formarse como ciudadanos. Los chicos piden mayor respeto por las normas. Lo que hay que intentar es que los chicos cuando estén en la escuela aprendan”.

Otro de los datos que surge del estudio es el que refleja el poco apego a las normas que la escuela transmite. La mayoría de los chicos describieron al lugar como “incoherente con sus normas, su cumplimiento, y sanciones, donde el lugar de la Ley, necesario en la constitución subjetiva de los jóvenes, es difuso, y donde a veces los mismo adultos de la escuela son los que no las cumplen”.

De la misma manera, los chicos acusan a los docentes de aplicar estrategias pedagógicas "poco apropiadas", que terminan generando clases aburridas, que no despiertan su interés.

En el estudio, titulado "Chicos que miran a la Escuela", también se refleja el alto grado de violencia que perciben los alumnos, tanto en la relación dentro de la institución como en el contexto en el que está inserta. "Faltas de respeto y malos tratos de alumnos a docentes, y de docentes hacia alumnos, con amenaza de uso de la fuerza física y violencia y sensación de inseguridad" es alguno de los conceptos que se volcaron durante las entrevistas.

Otro punto destacable es la flexibilidad que existe a la hora de aprobar las materias, o incluso pasar de año. Por ejemplo, "se les permite faltar todo lo que quieran; no se lleva un registro de inasistencias; se les permite volver a la escuela en cualquier momento del año después de abandonar; a menudo aprueban el año solo por tener la carpeta completa; otras veces, incluso, aprueban materias sin ni siquiera ir a rendir".

Pese a que en los últimos años el nivel de inclusión matricular ha aumentado considerablemente, el estudio pone en evidencia que, en mucho casos, esa inclusión termina siendo solamente formal, porque no genera el escenario propicio para el verdadero desarrollo que debe brindar la Escuela.




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