Internacionales | 30-11-2010

Los militares brasileños permanecerán durante siete meses en las favelas recuperadas



Los militares brasileños continuarán durante siete meses la ocupación de las favelas recuperadas entre el jueves y el domingo del dominio de narcotraficantes, acción que el presidente Luiz Lula da Silva consideró como "el primer paso" para acabar con el narcotráfico.



El megaoperativo coordinado entre 2.700 efectivos de las Fuerzas Armadas y la policía civil y militar realizado entre jueves y el domingo en las favelas del norte carioca Vila Cruzeiro y Complejo del Alemao, donde estaban refugiados unos 600 narcotraficantes fue calificado como "exitoso" por el mandatario, quien advirtió que "es obvio que no terminó, que apenas comenzó", según reportaron las agencias de noticias Brasil, ANSA y DPA.

"Ya dimos el primer paso, entramos en el Complexo do Alemao y quiero reiterar" que será enviado a Río de Janeiro "todo lo que se precise para acabar con el narcotráfico", aseveró Lula, quien el miércoles pasado autorizó la intervención de las Fuerzas Armadas en el operativo por pedido del gobernador de este Estado, Sergio Cabral.

En tanto, el gobernador anunció ayer en conferencia de prensa que los efectivos militares permanecerán en las favelas recuperadas por alrededor de siete meses hasta que se pueda instalar allí la Unidad de Policía Pacificadora (UPP), un cuerpo creado para la seguridad y mejoramiento social de estos barrios pobres de Río de Janeiro, y que ya actúa en otras zonas de la ciudad.

"No vamos a dormir sobre los logros de ayer. Acordamos que el próximo desafío es la reconquista efectiva de los territorios aún ocupados por el poder paralelo. Esos pasos pasan por la integración con el Ministerio de Defensa y con la Policía Federal", explicó Cabral.

El gobernador confirmó que en el cronograma de este plan siguen las favelas Rocinha, una de las más peligrosas, y de Vidigal, ambas en la zona sur, e indicó que hoy la UPP se va a instalar en el Morro dos Macacos, en Vila Isabel, en el norte.

Vecinos de la favela Rocinha denunciaron ayer que narcotraficantes que dominan ese sector de la zona sur comenzaron a levantar barricadas ante la hipótesis de un ataque similar al que se realizó en el Complejo del Alemao.

Por otra parte, el alcalde de Río, Eduardo Paes, anunció ayer que pondrá en marcha ahora "una invasión de servicios públicos" en las favelas ocupadas, para asegurar "la conquista de la dignidad y de la ciudadanía por parte de la población local".

A la espera de que arranquen los proyectos sociales, la policía prosiguió ayer el largo proceso de revisar cada una de las 30.000 viviendas de la favela de Grota -en el complejo Alemao- en búsqueda de delincuentes, dinero, drogas y armas.

"Todas las casas serán revisadas, callejón por callejón, hueco por hueco", anunció el comandante general de la policía militarizada, Mario Sergio Duarte.

Durante las búsquedas de ayer, los agentes ubicaron una casa donde estaban almacenadas tres toneladas de marihuana, dos fusiles y una gran cantidad de munición, que se suman a los 50 fusiles y 40 toneladas de drogas decomisados durante los registros del domingo.

Los resultados de la ocupación en cuanto arrestos fueron más modestos de los decomisos, ya que solo 20 narcotraficantes fueron apresados de los 600 que se estima estaban atrincherados en el Alemao.

Algunas versiones indicaron que los delincuentes podrían haber huido a través de la red de alcantarillas o disfrazados de obreros, aunque el vocero de la policía militarizada, el coronel Henrique Lima Castro, reiteró que no existen indicios de una fuga masiva de delincuentes, y que las autoridades están convencidas de que todos siguen en la región, escondidos.

Sin embargo, Paulo Henrique Moraes, titular del Batallón de Operaciones Especiales de la policía carioca, sostuvo ayer que los cabecillas siguen prófugos y que se investiga la supuesta fuga hacia otras favelas a través de las alcantarillas.

"No sabemos aún si todos los bandidos huyeron, si hay muchos aún dentro, si están escondidos", manifestó, al respecto, Lula.

Pese a la vuelta a la normalidad en el Alemao, en cuyas calles se veían vehículos incendiados y vidrios de las viviendas rotos por los tiroteos, Lima Castro advirtió que la situación era de "alerta", ya que puede haber "enfrentamientos en cualquier momento".

El clima en el conjunto de las 12 favelas que integran el Complejo del Alemao, era ayer de aparente tranquilidad. Sus habitantes volvieron a la rutina saliendo a trabajar y los comercios, que en los últimos dos días estuvieron cerrados, abrieron ayer por la mañana, no así las escuelas, que aún no definieron el reinicio de clases.

El inédito megaoperativo contra el narcotráfico comenzó a realizarse el jueves en la favela Vila Cruzeiro, donde los criminales desataron el domingo pasado una ola de violencia que dejó más 50 muertos, decenas de vehículos incendiados y alrededor de 200 detenidos.

Los ataques iniciados hace nueve días fueron interpretados por las autoridades locales como una represalia a la nueva política de seguridad pública, basada en la expulsión de delincuentes de favelas ocupadas por parte de la UPP.

La intervención militar por la violencia en Río de Janeiro ya había ocurrido con anterioridad hasta que el Ministerio de Defensa ordenara el repliegue del Ejército de las favelas en 2008 luego de que miembros de esa fuerza fueron acusados de complicidad en el asesinato de un grupo de jóvenes que, supuestamente, pertenecían a un grupo de narcotraficantes.




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