General | 17-11-2021 — 21:59:35
Ramón Ríos, un militante que sostiene que «la juventud es la que siempre marca el destino»
Participó de las épocas más caldeadas del Peronismo allá por el año 1972 con solo 20 años y hoy sigue manteniendo en alto la bandera de la justicia social y sostiene que «El militante no aspira a ser diputado, concejal, intendente ni dada de eso; él siempre va a bregar por los que menos tienen».
Ramón Ríos es un militante de los que ya quedan pocos; de los que tuvieron el honor de acompañar las causas rebeldes y valientes enarboladas por jóvenes con verdadera identidad y con ideología ferrea, de los años más agitados del peronismo, allá por la década del 70.
Hoy 17 de noviembre se conmemora el día del militante y en ese marco, entrevistamos al “Comandante”, como cariñosamente le llamaba la JP de la era 2000.
«Me tocó vivir esa época, gloriosa para uno. Tanto yo como mi señora éramos veinteañeros y la juventud era la que copó la política en ese tiempo y la que le dio fuerza para que vuelva el General después del ´55. Diecisiete años de exilio, dónde hubo muchos fusilamientos, persecución y desaparecidos. El primer desaparecido fue un compañero delegado en el año 1955; Felipe Vallese, delegado de La Unión Obrera Metalúrgica con tan solo 22 años, y así sucesivamente fueron pasando los años donde el Peronismo estaba proscrito; nombrarlo significaban 30 días preso».
«Fue el gremialismo que se atrincheró, con la ideología peronista y ahí se mantuvo. Por eso el General Perón pudo volver el 17 octubre. En aquel entonces era Lanusse el presidente de facto quien no le permitió, pero el General Perón vino un mes después; el 17 de noviembre. Por eso se conmemora esa fecha el día del militante» cuenta Ríos.
«Todos éramos jóvenes esa época y eso es importante; la juventud es la que siempre marca el destino; de una ideología, de un movimiento y de lo que fuera. Ser militante tiene muchos factores, lamentablemente la unidad de básica no existe aquí y era en esa época la unidad básica donde se adoctrinaba y se aprendía a ser solidario con el prójimo. Donde sí se veía que a alguien le faltaba algo y vos también estabas igual, buscabas rascar de algún un lado para ayudarlo. Esa mano solidaria significa el escudo del justicialismo, el amor por el prójimo, significa todo. El militante no aspira a ser diputado, concejal, intendente ni dada de eso, si se le da, se le da, pero él siempre va a bregar por los que menos tienen. Es la gran diferencia que a veces tenemos los militantes con los políticos».
«La militancia es eso; ser solidario con los demás y por lo demás. Aquí también nosotros en Santiago, hemos dado una respuesta de que existimos. El peronismo existe, un peronismo callado muchos años y de golpe y porrazo nos ponen ahí en la en la gatera, somos justicialista y lo hemos demostrado así como estamos; remendados, rotos, perseguidos, muchas veces callados, pero aquí estamos. La militancia es el que se arremanga, se embarra y se mete para ayudar a los demás, esa es la militancia y como siempre le digo a los muchachos; la militancia es lo mejor que hay. Ayer, hoy y siempre seremos militantes. Feliz día!»
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