Locales | 05-01-2011

La joven asesinada habría tenido otras parejas y crece el temor al contagio de HIV en Beltrán



Uno de los casos más impactantes de violencia de género que se vivió en el país tuvo lugar en Santiago, el homicidio de María Laura Córdoba, de 20 años, quien vivía en Beltrán, departamento Robles.



Pero el espantoso asesinato de la joven cortadora de ladrillos, trajo inusitadas consecuencias cuando se hizo público que era portadora del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (HIV, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con lo que informaron fuentes ligadas a la investigación que lleva adelante el juez Néstor Migueles, el detonante del injustificable crimen habría sido una supuesta infidelidad por parte de María. Aparentemente, la joven no era una mujer promiscua, pero había tenido, además de su asesino, Andrés “Gringo” Loto, otras parejas sexuales, lo que ahora genera temor entre la población beltranense, ante la posibilidad de que existe un foco de contagio de HIV.
Según indicaron las fuentes, se desconoce si “Mary” –como llamaban cariñosamente a la víctima- contagió al homicida o fue al revés. Lo cierto es que ambos mantuvieron relaciones sexuales con otras personas, las que podrían haberse contagiado.
De acuerdo con la legislación nacional y provincial, no se puede obligar a nadie a realizarse un estudio de HIV, salvo en casos excepcionales y éste no es uno de ellos.
Al imputado, se le practicará el examen, porque es parte de los estudios que se realizan a una persona antes de trasladarlo a una unidad de detención.
Pero, a la concubina de Loto, a cualquier pareja que éste haya tenido o a los compañeros de María Laura, no se los puede coaccionar a practicarse los análisis.
Lo único que se puede hacer, desde los equipos que coordinan los planes de prevención, es intentar trazar un mapa de posible contagio e invitar a las personas a realizarse los estudios, para confirmar o descartar que tengan el virus.
Lo importante ahora, si se generó un brote, es controlarlo y empezar con los tratamientos pertinentes y las medidas de profilaxis.

No se defendió
La causa, hasta ahora, se instruye como homicidio simple. No obstante, según adelantaron a EL LIBERAL calificadas fuentes, la fiscal, Norma Morán, pedirá que la calificativa se agrave considerablemente.
De acuerdo con los trascendidos solicitarán que la carátula cambie a “homicidio calificado por ensañamiento y alevosía”. Es decir, que si “Gringo” llegara a ser condenado, podría pasar el resto de su vida en prisión.
Dos cuestiones fundamentales influirían en la decisión de la funcionaria judicial. La primera, es que ayer se le practicó el examen médico al homicida y no presentaba rasguños, moretones o heridas de ningún tipo.
“Es obvio que ella no se defendió, porque era una mujer con una fuerza significativa, habida cuenta que tenía un trabajo que requería un esfuerzo físico importante; en ningún momento se resistió, la mató sin darle esa oportunidad”, deslizaron las fuentes.
El otro motivo es que hubo una obvia intención de provocar un padecimiento innecesario en la víctima.
Que el homicida haya atado a su víctima, golpeado con sus puños y contra un árbol, luego con una cadena, previamente calentada, serían los elementos a los que se aferraría la fiscal. 




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