Política | 11-03-2022 — 08:30:20

Diputados dio media sanción al acuerdo con el FMI por amplia mayoría



Por 200 votos a favor, 37 en contra y 15 abstenciones. A pesar de los cruces entre el FdT y JpC, se cumplió el acuerdo alcanzado el jueves.





La Cámara de Diputados aprobó el acuerdo al que arribó el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar la deuda de 45 mil millones de dólares que contrajo la gestión de Mauricio Macri. Casi a las 4 de la mañana llegó la votación que mostró 200 votos positivos contra 37 negativos y 15 abstenciones. Durante el largo debate, desde el Frente de Todos argumentaron que "hay un gobierno que por sus principios jamás hubiera recurrido al organismo, pero que recibió una auténtica bomba de tiempo y debió sentarse a negociar", reconocieron que “no hay nada que festejar” y que se trata del “mejor acuerdo que se pudo conseguir para “evitar el default”. En Juntos por el Cambio predominó la amnesia sobre el fabuloso endeudamiento contraído por Macri y se apuntó contra el oficialismo, al tiempo que reclamaron mayor ajuste y cambios estructurales en el sistema jubilatorio y laboral, con el compromiso de llevarlos adelante si vuelven a ser gobierno en 2023.

Sin embargo la confrontación discursiva no modificó el acuerdo entre oficialismo y el grueso del abanico opositor que alcanzó los 200 votos esperados, que sirvieron para aprobar holgadamente la refinanciación con el FMI, aunque en el FdT hubo más votos en contra y abstenciones que en el interbloque macrista. En contra se pronunciaron el Frente de Izquierda (FIT) que rechazó “el fraude de la deuda macrista” y el “blanqueo de esa estafa”; mientras que los ultraconservadores “libertarios” también votaron en contra con reclamo de mayor ajuste del que buscan salvaguardar al “sector privado”. La Cámpora, por su parte, no anotó oradores para la sesión.

Herencia y amnesia

Sergio Massa, abrió la sesión con la recomendación de hacer el uso de la palabra con “respeto”. El presidente de la Cámara baja no quería sobresaltos que pusieran en riesgo el trabajoso acuerdo con la oposición para aprobar el proyecto. Antes de la sesión ocupó el centro de la escena en una rueda de prensa. “La historia va a valorar devolverle al Congreso el rol de control en lo que es la toma de deuda”, dijo ante los periodistas. Luego agradeció “al presidente del bloque del Pro, al de la UCR, Provincias Unidas, el interbloque Federal, el Frente de Todos”, y remarcó que “es clave esta solución para evitar una catástrofe”. “Todos plantean algo y todos ceden algo. Porque así como el Gobierno tenía una iniciativa que abrió al resto, de alguna manera también esos bloques cedieron e hicieron concesiones para que el Gobierno pudiera tener esta ley”, insistió Massa buscando despejar la sensación de que el oficialismo fue el que más cedió ante las presiones opositoras.

"Hay un gobierno que por sus principios jamás hubiera recurrido al organismo, pero que recibió una auténtica bomba de tiempo y debió sentarse a negociar", sostuvo el presidente de la comisión de Presupuesto, Carlos Heller, para abrir el debate en el recinto y aclaró: "Nosotros no elegimos este camino, no estamos proponiendo más financiamiento sino que estamos refinanciando el plan de 2018, cuyos plazos eran incumplibles".

"Tenemos la convicción de que un default sería muchísimo más grave", aseveró Heller y comenzó a detallar el acuerdo al que arribó el Gobierno con el FMI y que la oposición quitó del proyecto de ley que originalmente el ministro Guzmán envió al Congreso. Destacó el plazo de cuatro años y medio de gracia que establece el acuerdo y que los nuevos vencimientos se extenderán hasta 2034. Remarcó que el acuerdo no contempla "modificaciones estructurales" y puso de relieve que el país "seguirá creciendo a tasas importantes", a la vez que aseveró que el acuerdo "no prevé ningún tipo de variación brusca del tipo de cambio". "Este es el mejor acuerdo de refinanciación que se pudo conseguir" afirmó Heller e insistió que "el rechazo, que sería el default, nos llevaría a grandes problemas sociales y económicos".

Las intervenciones por bloques acumuló a una decena de oradores de cada uno en los que se divide en interbloque de Juntos Por el Cambio, que unificaron sus discursos bajo la amnesia de que Macri contrajo el sobre endeudamiento con el FMI y con críticas al Gobierno, el reclamo de mayor ajuste fiscal y modificaciones estructurales (reforma jubilatoria y laboral). Y hasta se envalentonaron políticamente con la idea de ser nuevamente gobierno en 2023.

“La CC jamás dio un paso por fuera de la institucionalidad del país, no somos golpistas. Queremos que el presidente entregue la banda presidencial a otro presidente y vamos a trabajar muy fuerte para que ese presidente sea de JxC, pero hasta el 2023 ustedes se tienen que hacer cargo de cómo sacar este país adelante”, dijo la lilita Paula Oliveto. “No estamos aprobando ningún acuerdo, ningún anexo, ni aceptando los fundamentos”, aclaró la cordobesa Laura Rodríguez Machado (PRO) que hizo un encendido discurso defensa de Macri: “sacamos a la Argentina del default, porque Néstor Kirchner había dejado en el país una ley cerrojo que impedía negociar con los holdouts y tuvimos que derogar esa ley para sacar a la Argentina del default. Y lo hicimos nosotros en la gestión del presidente Macri, y lo digo esto porque no se acuerdan del país que nos dejaron: con deuda y en default”.

“No es de buen político andar llorando la herencia recibida, no es de buen político andar mirando cómo echar las culpas hacia el pasado. Los buenos políticos son los que se hacen cargo para resolver sus problemas porque por algo se presentan”, sumó la recién arribada al macrismo Margarita Stolbizer. “Este acuerdo es malo, es pésimo. No propone un solo cambio estructural para que la Argentina salga adelante y vuelva a crecer. La Argentina necesita reformas estructurales urgentes y profundas”, sentenció el ex ministro de Economía de La Alianza, Ricardo López Murphy, que expresó su "solidaridad con las fuerzas de seguridad” ante los incidentes que se daban fuera del Congreso con los manifestantes repudiando el acuerdo con el FMI.

En el medio se intercalaron diputados oficialistas que respaldaron el acuerdo. "Este asunto no se resuelve en cinco minutos porque hay diferencias de intereses entre un organismo financiero que ha promovido las políticas de ajuste y un gobierno que no consentía esas políticas. Se fue demorando hasta que una a una esas banderas de ajuste fueron cayendo". Marcelo Casaretto. "Venimos a despejar esa sombra que nos legó la negligencia. Nosotros no elegimos volver al FMI, eso se eligió en 2018 con otras formas y otros objetivos. El FMI nunca es un buen amigo. Sabemos que el mejor escenario para la Argentina y todos los pueblos del mundo es no tener al FMI adentro. Vengo a apoyar este programa para concretar una Argentina libre de esas sombras que nos quejaban", sumó José Luis Gioja.

La lavagnista Graciela Camaño le apuntó al gobierno: "Quien tiene que hacer el esfuerzo político o administrativo para cumplir con lo que se está proponiendo es el presidente Alberto Fernández. Así que, será comprar menos fiambre, tener menos adiestradores, saber que está gobernando Argentina con casi un 40 por ciento de pobreza y que no gobierna Suiza. El título de esta película se llama austeridad en el gobierno, si lo pueden hacer tienen el compromiso de este congreso de que le permitimos que lo hagan".

“No entiendo la alegría. Están creando el virreinato del FMI dándole el cogobierno al FMI, dejando que cada tres meses el país quede a tiro de default y que el Fondo sea el que decide qué se hace y qué no se hace en la Argentina”, cuestionó Myriam Bregman (FIT-PTS) y agregó: “Son todos responsables y por eso Macri está feliz, al fin lo consiguió no solo consigue que este Congreso avale, abra un paraguas sobre la enorme estafa que fue su crédito, sino que además consigue que no se lo nombre prácticamente ¿está prohibido? Es llamativo lo que están discutiendo”.

Javier Milei fue el más efusivo de los libertarios y fiel a su estilo planteó su postura a los gritos: " Acá se plantea un falso dilema: si se paga o no se paga. Hay un sector que dice que lo pague el acreedor y otro, en aras de la responsabilidad, que el ajuste lo pague el sector privado mientras la joda de la política sigue porque aumenta el gasto público, algo profundamente inmoral. El ajuste no tiene que caer sobre el sector privado, no puede seguir pagando esta locura, no puede seguir sosteniendo esta economía parasitaria. Estamos al borde del abismo y quieren seguir con la fiesta. Vamos a votar en contra de esta porquería".


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