Internacionales | 17-01-2011

Ascienden a 623 los muertos por la catástrofe de Brasil



Se teme que el número de fallecidos por las lluvias se incremente. Más de 14 mil personas quedaron sin hogar y todavía no hay cifras de desaparecidos. El Ejército brasileño ya se sumó a las operaciones de rescate



El gobierno de Dilma Rousseff empezó su mandato con quizá la peor crisis natural de la historia de Brasil. Las lluvias dejaron un saldo hasta el momento de 623 muertos. De ellos, 283 se registraron en Nova Friburgo, 268 en Teresópolis, 55 en Petrópolis, 19 en Sumidouro y dos en San José del Valle de Río Preto.

De acuerdo a un nuevo informe elevado por Defensa Civil, 8.120 personas se quedaron sin hogar y 5.970 debieron abandonar sus casas temporalmente.

El Ejército brasileño se sumó este domingo a las operaciones de rescate que avanzan a duras penas debido a las persistentes lluvias que siguieron empeorando durante el fin de semana y que ponen la zona bajo peligro de nuevos deslizamientos de tierra.

Un equipo de la Fuerza Aérea que debía desplazarse a Brejal, una área donde 80 personas estaban aisladas en el municipio de Petrópolis, tuvo que suspender la búsqueda de víctimas este domingo, informó a los periodistas el comandante de la Defensa Civil, coronel Luiz Castro.

"Tenemos dificultades con el clima. Los helicópteros no logran hacer vuelos de larga distancia. Las condiciones climatológicas no nos permiten brindar atención a las personas aisladas en las áreas rurales", dijo el coronel Pedro Machado comandante de los Bomberos de Rio.

Las dificultades para el rescate por tierra son aún mayores. "Aquí cambió la geografía. Las carreteras desaparecieron, uno agarra un mapa, y nos encontramos con otra montaña que ni existía, hay que abrir camino para llegar a los lugares", señaló Machado.

Acorde a un comunicado del gobierno, fueron enviados 586 efectivos militares, 12 helicópteros, unos 74 vehículos y cuatro excavadoras, además de dos hospitales de campaña y generadores de electricidad.

Además la fuerza nacional del Ejército envió 225 efectivos, entre estos 80 bomberos militares especializados en rescate.

Asimismo, el cuartel general de los militares fue instalado en la Granja Comary, el popular centro de entrenamiento de la selección nacional de fútbol situado en Teresópolis.

El secretario de Asistencia Social de Rio de Janeiro, Rodrigo Neves, informó que se han improvisado 70 albergues que acogen a 7.000 personas y el gobernador, Sergio Cabral, decretó estado de calamidad pública en 7 municipios.

El Departamento de Estado de Salud y de Defensa Civil distribuyó cerca de 6.000 dosis de tétanos y la difteria en cada uno de los tres municipios. Además, pide a la opinión pública evitar el contacto con el agua en las zonas de inundación, ya que esto puede causar enfermedades como la leptospirosis y diarrea -principalmente porque no existe una vacuna para estas enfermedades.

En las montañas todavía hay mucha gente atrapada, cuidando sus casas de saqueos o sin poder irse, recuperando cadáveres o protegiendo a los más vulnerables, niños y ancianos.

Todavía hay gran parte de la población sin luz, teléfono ni agua. El suministro de víveres es escaso debido a que los comercios están cerrados. Hay cuerpos enterrados por los propios vecinos, sin esperar a que lleguen los socorristas, para evitar así la propagación de epidemias.

A pesar de que Dilma Rousseff liberó en forma inmediata y sin burocracia 780 millones de reales (u$s459 millones), muchas personas reclamaban más celeridad y acusaban que la ayuda no llegaba.

Se estima que esta tragedia superará la de 1967, que mató a 785 personas.





Fuente: AFP




Comentá esta nota: