Santiago del Estero | 23-03-2011

Rescate de pobladores de Figueroa ante la furia del Salado



Estaban aislados y se resistían a abandonar sus viviendas, pero la crecida irrumpió en sus hogares y se vieron obligados a salir. Fueron trasladados por efectivos de Defensa Civil en botes a un centro de evacuados levantado en Bandera Bajada.




La erogación desde el dique El Tunal se mantiene en 80 metros cúbicos por segundo –muy cerca de lo normal- pero el avance del agua en la zona centro de la provincia es implacable. Ayer, 25 personas fueron rescatadas de los parajes Averías y Lote 2, en el departamento Figueroa, donde todavía queda un centenar de familias aisladas que se resisten a abandonar sus casas y animales.

De acuerdo a los relevamientos realizados en los últimos días por personal de Defensa Civil y el Grupo Especial de Rescate de la Policía de la Provincia, alrededor de 1.500 familias permanecen afectadas por la inundación de los ríos Salado, Dulce y Utis, en todo el territorio santiagueño.

La mayoría se encuentra en la zona ribereña del cauce que recibe los aportes de Salta, donde se esperaban lluvias torrenciales para esta noche, lo que podría complicar la situación, según estimaron miembros del Comité de Emergencia que opera en toda la zona de riesgo.

De todas formas, los departamentos más castigados por el Salado siguen siendo Copo y Pellegrini, donde hay tres centros de evacuados que albergan a cerca de doscientas personas que fueron rescatadas de poblaciones rurales que ya quedaron bajo el agua y que reciben asistencia en la Escuela Nº 602 y en un convento de la localidad La Candelaria y en un centro de retiros perteneciente al Obispado de Añatuya, en Santos Lugares.

El cuarto centro de evacuados se montó en Bandera Bajada, donde ya había siete personas, a las que se sumaron las alojadas ayer, que aceptaron salir a duras penas, cuando el agua ya había ganado sus casas.

Uno de los últimos informes de Defensa Civil habla de que en Copo hay cerca de 340 familias aisladas o asistidas, mientras que en Pellegrini superan el centenar, al igual que en Figueroa. A éstas se suman más de 150 familias que están afectadas por los desbordes de los ríos Utis y Dulce, en los departamentos Salavina, Aguirre y Mitre.




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