Mascotas | 26-03-2011

Una tortuga paralítica vuelve a andar gracias a una silla de ruedas



¡Qué gran noticia! Hace dos meses, Tzvika, una tortuga de tierra hembra, tuvo un accidente que le dañó el caparazón y la columna vertebral, de forma que se quedó paralítica y sin poder moverse. Pero en un hospital de animales de Israel han conseguido que vuelva a andar, gracias a una silla de ruedas creada especialmente para ella



Así, han fabricado un aparato en el que le han colocado dos ruedas adheridas a la parte inferior del cuerpo. Al principio el galápago las rechazaba pero han conseguido que se acostumbre y ahora se mueve con ellas. Además, los especialistas son muy optimistas y consideran que cuando esté plenamente acostumbrada al invento podrá volver a la naturaleza y vivir como una más.




Aunque parezca mentira, este no es el primer caso de tortugas con movilidad reducida a las que se les han fabricado sillas de ruedas especiales. En 2008, en Jerusalén, diseñaron un artefacto metálico para Arava, una tortuga hembra que tenía parálisis en sus patas traseras. Concretamente, prepararon una especie de skate o patinete, una plataforma con dos ruedas conectadas a su caparazón que le permitían desplazarse.

La cosa no queda ahí porque los responsables del zoológico aseguran que desde que utiliza este artefacto, Arava atrae más al sexo opuesto y, además de moverse a todas partes con su silla de ruedas, tiene a una tortuga macho de diez años especialmente interesado en ella.


Otro caso muy parecido es el de Little Bit, una tortuga que fue atropellada por un coche y perdió la movilidad en sus patas traseras en el 2000. De igual forma que a Tzvika, el accidente rompió parte de su caparazón y tras el accidente sus patas quedaron totalmente paralizadas. El dueño de la tortuga, Jim Lee, reparó su caparazón con unas tiras de velcro pegadas al mismo con un poco de pegamento y, tras unas semanas, Little Bit estaba bastante recuperada, pero seguía sin poder caminar.

¿Qué hizo entonces? Cogió las ruedas de un avión de juguete y las adhirió a la parte trasera de su cuerpo empleando velero, de forma que éstas pudieran ser retiradas con facilidad en el caso de que al animal no le gustaran. Poco a poco, Little Bit aprendió a usar sus nuevas ruedas y se convirtió en una tortuga bastante activa. Exploró todas las habitaciones de la casa de Lee y, con el tiempo, se aventuró también en el jardín. Vivió feliz y contenta hasta el año de 2002, cuando murió inesperadamente.


Noticia extraída de extraconfidencial.com





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