Nacionales | 09-04-2011

La denuncia de Garré fue contra las anteriores cúpulas de la Federal



"Hasta hace poco había una cúpula que se había congelado, acostumbrada a la recaudación", afirmó la ministra de Seguridad. Se conocieron más detalles de su exposición durante un encuentro organizado por "La Cámpora, Comuna 3", de la mesa de participación comunitaria. Volvió a vincular a la fuerza con la prostitución y el juego clandestino.



La ministra de Seguridad, Nilda Garré, dirigió sus críticas a los jefes que antecedieron a Enrique Capdevila en la Policía Federal, al remarcar que "hasta hace poco había una cúpula que se había congelado, acostumbrada a la recaudación".

De esta manera, Garré hizo mención a la cúpula anterior, encabezada por Néstor Valleca, que nombró el ex presidente Néstor Kirchner y que respondía políticamente al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.

"'Esta comisaría recauda mucho', significa que funciona bien con los aprietes directos a los comerciantes, que extorsiona bien a los inmigrantes sin papeles en regla, que les exige cuotas a los vendedores ambulantes para no molestarlos, quizá arregla con las cocinas de droga para hacer la vista gorda, deja funcionar a los prostíbulos sin control", arremetió en declaraciones que hoy publicó el diario Tiempo Argentino.

La funcionaria participó el jueves con vecinos de la Comuna 3 de la Ciudad de Buenos Aires, que incluye a los barrios de Balvanera y San Cristóbal, de una reunión de la "mesa de participación comunitaria" en el centro cultural "Zaguán del Sur", ubicado en la calle Moreno 2320 de la Capital Federal.

En ese debate estuvo junto con el periodista y presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky y la misma fue organizada por la agrupación "La Cámpora" comuna 3.

La ministra continuó con sus críticas hacia la cúpula de la Policía Federal, luego de que se conocieran más declaraciones, esta vez publicadas por el diario Tiempo Argentino, en las que remarcó que esa fuerza "siempre consideró que la prostitución y el juego clandestino eran cosas que le pertenecían por derecho divino y que eran los encargados de regular esos mercados".

Además, afirmó que "la Policía no es parte de la solución, sino parte del problema" y añadió que "es la institución que más obliga a corregir algunas cosas, porque mantiene una organización de sectores internos que no discuten sobre doctrinas de la seguridad o sobre posiciones ideológicas, porque discuten, lamentablemente, sobre el dominio de determinadas zonas o sobre 'negocios'".




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