Economía | 08-05-2011

Dupret: “Lo que ocurre en Europa es el principio del fin del modelo neoliberal”



El economista belga visitó la Argentina y dio una charla en la CGT sobre la crisis mundial y el paralelismo con el derrumbe local de 2001.



Si bien es poco común que un economista europeo apruebe las políticas económicas que se llevan a cabo en la egión, más inusuales todavía que un joven economista belga se defina como “peronista”. Xavier Dupret, economista que en su Bélgica natal trabaja para el Grupo de Búsqueda en Estrategias Económicas Alternativas y que en 2009 publicó “Crash Mundia”, un detallado libro sobre la reciente crisis económica financiera internacional, casi parece un porteño cuando afirma desde una oficina del Sindicato de Judiciales, en pleno centro porteño, que es “peronista” y destaca con efusividad las políticas económicas del kirchnerismo.
Optimista, Dupret afirma que “la Argentina está en pleno boom” y que “lo que está ocurriendo ahora en Europa
es el principio del fin del modelo neoliberal”, y adelanta que “posiblemente” las economías se vuelquen a un proteccionismo profundo.
– ¿Existen similitudes entre la crisis argentina de 2001 y las caídas de algunas economías europeas?
Innegablemente, hay un fuerte paralelismo entre la Argentina de 2001 y la realidad actual de los países del sur de Europa. Con la adopción del euro, las economías de Grecia, Irlanda, España y Portugal tuvieron los mismos problemas que la Argentina de principios de siglo: Una balanza comercial negativa, una desindustrialización muy fuerte y un endeudamiento severo.
Estructuralmente, estos gobiernos están impedidos de desarrollar una política económica e industrial propia y soberana.
-¿Por qué?
Porque para estas economías, el euro es demasiado fuerte respecto de la productividad del trabajo y del capital.
Necesitan un tipo de cambio más competitivo. La implementación del neoliberalismo en los países centrales de Europa, principalmente Alemania, después de la caída del muro de Berlín, generó un cambio económico y político muy grande. Hasta la socialdemocracia terminó adoptando una postura neoliberal.
Se instauró la idea de que para lograr una gran competitividad de la economía había que directamente bajar los sueldos. Para completar ese plan se necesitó un crecimiento de las exportaciones, y fueron los países periféricos de Europa los que debieron aceptar el ingreso de producción de grandes potencias vecinas, achicando naturalmente su potencial económico.
En definitiva, lo que hizo crecer las economías del sur del continente fueron los ingresos de capitales extranjeros; es decir, alemanes y franceses. No un entramado productivo sustentable.
–La Argentina salió de la crisis mediante una mega devaluación, pero en Europa está opción no aparece visible ¿Cómo se sale entonces?
Esa es la gran contradicción. Yo creo que lo que está ocurriendo ahora en Europa es el principio del fin del modelo neoliberal. Alemania y Francia están haciendo mucha presión para imponer ajustes a los países en crisis y cada año se achica el presupuesto público, mientras que la deuda crece, porque la actividad económica no está apoyada en un sustento real o en la inversión pública. Como no hay inversión privada, por destrucción del aparato industrial, estas naciones están en una situación grave.
Por lo pronto, yo no veo la posibilidad de una devaluación, porque a Alemania un euro fuerte le cae perfecto, sobre todo en los sectores industriales donde monopoliza.
–Pero por algún costado va a estallar…
Sí, sin dudas. Aunque no se plantee con firmeza, es claro que las naciones en crisis están pensando salir del euro, para tener un tipo de cambio competitivo y volver a la soberanía monetaria. Portugal, Irlanda y Grecia no tienen el poder en sí para impulsar una salida del paraguas de la Eurozona, pero cuando la crisis llegue con fuerza a España, la salida del euro puede llegar a ser algo concreto. Hay que considerar que España es un país periférico, pero con respecto a su población y PBI es la cuarta economía de la Eurozona.
–¿Se puede prever un renacer del proteccionismo en Europa en un mediano plazo?
Sí, claro, se está hablando muchísimo del tema. En rigor, siempre hubo proteccionismo comercial, pero lo
que cambió ahora es que las fuerzas que apoyaron la globalización en Europa están principalmente vinculadas
con el capital financiero, y lo cierto es que para salvarse de la quiebra desde hace tres años que vienen pidiendo ayuda al Estado.
Estamos asistiendo al regreso del Estado como actor importante. Hace 30 años que se dice que ese Estado no es la herramienta para lograr un desarrollo económico; pues bien, hace tres años que sin ellos estaríamos totalmente quebrados. Este hecho en sí mismo es mucho más fuerte que todos los discursos.
Las fuerzas políticas que apoyaban al neoliberalismo se están debilitando y hasta ya se habla bastante de regular
los flujos de capitales.
–La Argentina avanzó ya en la regulación de los capitales financieros, tiene algunos mercados bastante protegidos y maneja en cierta medida el comercio exterior. ¿Cómo se ven estas medidas en Europa?
Actualmente, se está discutiendo mucho esto. Para la Comisión Europea, que pretende una apertura del Mercosur a las exportaciones de sus multinacionales, el proteccionismo argentino es motivo de un fuerte reproche. Para ellos es un problema, sobre todo ahora, porque con el achicamiento de las economías europeas periféricas necesitan nuevos mercados.
Cuando se creó el euro, las fuerzas de la socialdemocracia de Alemania giraron a la derecha y avanzaron en limitar la participación de los trabajadores en el PBI; hoy representan cerca del 50%, lo cual es una proporción bajísima. Lo mismo pasó en los otros países capitalistas europeos centrales.
Se suma a esto ese achicamiento de los periféricos. Con este panorama, se necesita un saqueo de dinero de otras regiones del mundo, como aquí, en el Mercosur. Particularmente, creo que la Argentina va a rechazar esa política con firmeza, aunque en el caso de Brasil ya no lo podría afirmar con tanta seguridad.
–¿Por qué lo dice? ¿Cómo ve económicamente a la Argentina?
La Argentina está en pleno boom. La economía crece, la inflación está bajo control, no hay endeudamiento público fuerte, tiene superávit fiscal y comercial, crecen las exportaciones de manufacturas industriales y, además, se están acumulando reservas que se utilizan para conservar un tipo de cambio competitivo.
–Algunos economistas señalan que el modelo está agotándose ¿Usted coincide?
No… Muchos argentinos dicen que cada siete años se produce una crisis económica. Ciertamente, yo no veo factores para que eso suceda. La inversión adentro del mercado nacional ahora es la mejor solución.
Pero además es lo que nos están diciendo las bancas europeas, porque ellos no están invirtiendo en los bonos públicos de Europa, sino que lo están haciendo en países emergentes, como la Argentina. Es bastante paradójico que los argentinos busquen poner su dinero afuera, mientras las bancas europeas intenten mandarlo para acá.
–De todas formas, las calificadoras de riesgo para la Argentina continúan siendo bastante crueles ¿Qué papel cumplen estas agencias en Europa?
Lo primero que hay que hacer es denunciar a esas agencias. Son corruptas. Cuando estaban calificando el riesgo de las bancas, jamás enviaron una información certera y correcta al público. Ahora tienen, además, un papel central, calificando las deudas de las naciones en crisis.
Las calificadoras son el producto de un modelo económico. No son ninguna fuente de ciencia. No existirían
sin el neoliberalismo y la liberalización de los flujos de capitales.
Están peleando para sobrevivir. Lo cierto es que no sirven para conocer el estado real de una economía. Viven
de la especulación financiera.
–¿Están en discusión en Europa?
No, para nada. En los grandes foros, están agencias no están en discusión para nada. Son las que le dan el poder a la Comisión Europea para imponer los ajustes a las naciones periféricas. Están jugando todos en el mismo equipo.

Alejandro Giuffrida


Fuente: http://www.diariobae.com




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