Santiago del Estero | 30-05-2011

Científicos de la UNSE trabajan en la preservación del Algarrobo de Mailín



El arbol sagrado cuenta con más de 400 años y es uno de los puntos de mayor concentración de gente durante la fiesta mayor en honor al Señor de los Milagros de Mailín es el algarrobo sobre el que se cuenta apareció la cruz allá por 1882. El paso del tiempo y la acción de los fieles que año tras año acuden a la fiesta grande del santo, hicieron que el añoso árbol fuera perdiendo sus fuerzas y mostrando “achaques” cada vez más preocupantes.



Tanto, que un equipo de ingenieros forestales se tomó el trabajo de estudiar una serie de acciones tendientes a crearle un ambiente propicio como para que siga vivo mucho tiempo más.
“Salvar al árbol es complicado, pero no imposible. Se trata de darle mejores condiciones. Sucede que el árbol de Mailín sufrió un maltrato durante mucho tiempo. De manera paradójica, el añoso árbol sufre los efectos del ataque permanente al que fue sometido por sus fieles hasta que se realizó el cerramiento que existe en la actualidad. Tiene las características propias del paso del tiempo, pero también ha sufrido un daño importante porque, a lo largo del tiempo, se le ha ido quitando corteza o cortando algunas ramas”, aseguró el ingeniero forestal y director del Instituto de Silvicultura y Manejo de Bosques (Insima), Norfol Ríos.
Si bien no se animó a pronosticar cuántos años de vida podrían quedarle al árbol sagrado, aseguró que sus condiciones han mejorado notablemente luego de la poda que se le realizó el diciembre del año pasado, “donde además se le agregó abono”.
“Creemos que es necesario encarar un trabajo más grande para que pueda durar un tiempo más, como sacarle ese terraplén que tiene alrededor, porque eso le quita como un metro al tallo para que pueda desarrollar un buen funcionamiento. El terraplén es cómodo para que la gente llegue al agujero donde se encontró la cruz, pero no es lo mejor para el árbol. Estamos estudiando la viabilidad de un proyecto que consiste en sacar ese espacio, además de hacer un buen cerramiento y poner otros algarrobos para que se cree un ambiente distinto”, amplió el profesional.
En 2006 se hizo un estudio para aproximarse a la edad que puede tener el algarrobo y el tiempo que podría quedarle de vida, pero se trató –según explicó Ríos- de una estimación basada en la historia que se cuenta del origen pues “para tener cifras exactas hay que destruir el árbol”.
“Cuánto más va a durar, va a depender primero de la situación biológica, de las condiciones que se le brinde, porque si no se lo ayuda, si se permite que sigan sacándole ramas, cortándole hojas, va a ser mucho menos el tiempo de duración. Es un viejito al que hay que cuidarlo mucho”, graficó.
Uno de los últimos trabajos realizados por el ingeniero Ríos, fue la reproducción de 30 plantines con “unas poquitas chauchas que lograron recoger del árbol”, en el vivero del Insima.
“Todavía falta un poco más para podar del árbol. Vamos a dejar que reaccione y cuando pase todo este movimiento que tienen ahora, vamos a volver para seguir trabajando, y a ponerle más abono y ver si es necesario cortar algunas ramas más. Hemos dejado fertilizantes que se desintegran con el riego, y hemos pedido que no permitan que le corten ramas y esas cosas, tanto a los que llegan para esta fiesta como a los pobladores estables de la Villa, porque lo van mutilando. Ese árbol debiera tener una copa de al menos 20 metros de diámetro por el tronco que tiene, pero no lo han dejado crecer. Lo han lastimado mucho”, sentenció finalmente el profesional.

Fuente: El Liberal




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