Nacionales | 25-08-2012

El récord de lluvias en agosto provocó cambios en los hábitos de consumo



El nivel de precipitaciones de las últimas tres semanas tiene escasos precedentes. Porteños y bonaerenses debieron adaptarse a los bruscos cambios del clima, y también modificar sus costumbres a la hora de comprar



La ciudad de Buenos Aires y vastas zonas de la Provincia ya recibieron 230 milímetros de agua en lo que va de agosto, y si suman lluvias de las próximas horas, se prevé que este mes puede igualar el récord de 278 milímetros de agosto de 1922.

Así, las inusuales precipitaciones trajeron suerte dispar al comercio minorista. Mientras los lavaderos automáticos de ropa, shoppings y taxis evidenciaron un incremento de la demanda, los comercios a la calle y los lavaderos de automóviles redujeron su actividad a la mitad, en un mes tradicionalmente difícil para las ventas.

Vicente Lourenzo, vocero de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), dijo a Infobae.com que "en estos días de mal tiempo los más perjudicados son los negocios de calles y avenidas y los más favorecidos son los shoppings. Agosto es un mes difícil, que históricamente, con buen tiempo o mal tiempo, se denomina 'bisagra', porque no es otoño-invierno, pero tampoco es primavera-verano".

"Por más frío que haga, quedan pocos días para comprar y usar ropa de invierno y todavía es muy temprano para comprar de verano, porque no se sabe o qué colores o qué diseños van a venir o si la mercadería va a venir más barata", definió Lourenzo. "Siempre es un mes en el que el comerciante no tiene muchas expectativas, entonces se aprovecha para las liquidaciones, para sacarse el stock remanente", acotó.

Lourenzo explicó que en lo que se refiere a ropa, abundan las compras de "especulación" y oportunidad. "Si uno tenía intención de comprarse un sobretodo nuevo, por ahí conviene comprarlo ahora en liquidación ahora a esperar un año, porque lo vas a comprar muy barato".

Rubén Manusovich, titular de Fedecamaras (Federación de Cámaras de Comercio de la República Argentina), comentó a Infobae.com que "en agosto hubo un tema de liquidación de prendas de temporada y eso es una práctica comercial típica para esta época. Los descuentos y los planes de facilidades hacen que esta altura del mes como estamos, el crecimiento de ventas en pesos está en un 25%, aproximadamente, y en unidades estaría aproximadamente entre un 8 y 10 por ciento con referencia a la misma época del año pasado".

El directivo de Fedecámaras destacó la utilización tarjetas de crédito y débito, que generaron un crecimiento "entre 40 y 50 por ciento" de las ventas minoristas por esta vía con referencia al año pasado, aunque más concentradas en centros de compra.

En cuanto a facturación, la abundancia de pesos que yano pueden destinarse a la compra de dólares hace su aporte. "Hay un 30 a 35 por ciento de crecimiento en las grandes superficies y un 20% en los comercios a cielo abierto. "En el primer semestre se notó que los productos de primeras marcas habían declinado frente a los productos de segundos marcas, a partir del mes de junio, empezamos a observar que, nuevamente, el público consumidor volvía a las primeras marcas", acotó el directivo de Fedecámaras.

Demanda dispar

Para los taxis, un mes con varias jornadas de lluvia y frío puede duplicar la demanda del servicio, con capacidad completa en las horas pico, como las últimas de la tarde y primeras de la noche. Por el contrario, para los lavaderos de autos la actividad cayó 50% este mes, aún cuando los días soleados posteriores a las lluvias aportan un movimiento mayor al promedio.

Desde el lava-autos La Barrera, en el barrio porteño de Palermo, comentan que "respecto a plata, este mes estamos facturando menos de la mitad. Hay menos movida en comparación a otros meses, aunque compensa un poco cuando pasa la lluvia". Agregan que "en los días de lluvia, en la esta sucursal abrimos igual y vamos viendo; si no (hay clientes) cerramos antes. Pero en la de Martínez y en la otra sucursal de Palermo, cerramos cuando llueve".

En el caso de los taxis, el incremento de la demanda típico de los días de lluvia vino a equilibrar la caída en el volumen de viajes en Capital Federal, producto de la suba del 12% en la tarifa del servicio, vigente desde el 29 de julio.

Este mes se sintió en los bolsillos que la ficha en horario diurno -que cae cada 200 metros-, pasara de los 73 centavos a los 82 centavos, mientras que la bajada de bandera subió de 7,30 a 8,20 pesos. En tanto, para la franja nocturna, de las 22 a las 6 de la mañana, la ficha pasó de 87 a 98 centavos, y la bajada de bandera trepó de los 8,7 a los 9,8 pesos.

En otro aspecto, Vicente Lourenzo, de CAME, explica que las persistentes lluvias traen consigo un consumo muy específico en las ventas de paraguas y botas, en los que hay una "explosión de la demanda". Cita el caso de un polirrubro en el que "esta continuidad del mal tiempo hizo que se quedara sin stock de paraguas y vendiera hasta el último que tenía", un lote remanente importado de China.

En materia de artículos de limpieza, el enfriamiento del consumo se sintió igual a pesar de la suciedad que conlleva estar "pasados por agua", con alguna ocasional reducción de stock. Pedro Oroz, director administrativo de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y de la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), señaló que las ventas de las últimas semanas evolucionaron "con valores estables".

Oroz indicó que "no están faltando productos, pero los proveedores no están entregando el pedido completo. Habrá una mayor demanda, entonces cuando se hace el pedido no lo cumplen un 100 por ciento y puede haber algún faltante, como en lavandinas".

Desde la Asociación de Industrias Productoras de Artículos de Limpieza Personal, del Hogar y Afines, entidad que reúne a las fábricas de jabones, detergentes, limpiadores y ceras, comentaron que hay una mayor demanda estacional en verano, pero no en invierno: "No nos afecta este tema de lluvias, sólo en las entregas y la logística, pero no en las ventas".

Consideraron además que "en estos últimos dos meses se amesetó la demanda. Estamos a la expectativa, también hay mucho stock en los mayoristas, pero no es nada significativo por ahora. Debieran levantar (las ventas) ahora en septiembre y octubre, cuando empieza el calor".

Los más chicos movilizan el consumo

Vicente Lourenzo comentó que "estos días motivan la compra de botas de agua para chicos, generalmente los más protegidos cuando surgen estos malos tiempos. Les compran el formato de botita de agua, impermeables, paraguas para chicos".

"Generalmente el grande ya tiene un piloto de hace un tiempo, en cambio a los más chicos van creciendo, y hay colores que se usan y que no, lo van comprando este tipo de productos", refirió el vocero de CAME.

"Nos causó una grata sorpresa el resultado de ventas del Día del Niño, porque la realidad es que las ventas en general están en los mismos niveles o menos que en agosto del año pasado", señaló Lourenzo.

"La gente no está muy seducida a comprar. En caso de este agosto el mal tiempo perjudicó un poco más la venta, pero sí respondió muy bien desde la venta del Día del Niño, aún con este clima", subrayó el vocero de CAME.

Rubén Manusovich refiere que "las ventas del Día del Niño superaron un 25 y 30 por ciento en pesos y en unidades fue entre un 10 y un 15 por ciento. Y aumentaron la cantidad de juguetes producidos en el país un 20 por ciento. Se vendieron un 70% de juguetes nacionales, e importados un 30%, cuando la relación hace ocho años era al revés".

Fuente: Infobae.com




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