Fernández | 26-07-2016

Don Chichiro Corbalán: Homenaje a un hijo de la capital del agro

Aníbal “Chichiro” Corvalán fue un agricultor generoso y fundador del Básquet Ball Club de Fernández, hizo historia en su pueblo y hasta un canal de riego lleva su nombre.

Don Aníbal Corbalán, conocido como Don “Chichiro” nació un 16 de diciembre del año 1920, hijo de Doña Fierro y Don Melitón Corbalán, toda una familia de agricultores de la región. Don Chichiro trabajo en labores agrarias durante muchos años, llegó a ser un importante productor agropecuario con sus cosechas de Algodón, trigo y ganado vacuno. Muchos lo recuerdan hoy por su gran generosidad ya que donaba parte de sus cosechas al hospital y a otras instituciones.

Don Chichiro, matrimoniado con Doña Marta Elena Carol, tuvo sus cinco hijos los cuales hoy lo recuerdan con mucho cariño y se enorgullecen en cada recuerdo de su bondad y generosidad como así también de su militancia y participación en las instituciones que forjaron el actual Fernández.

Su campo constaba de 210 hectáreas de las cuales había donado casi 2 hectáreas a la fundación del barrio las Américas, lugar donde se levanto la escuela de capacitación “Amntena” y desde hace muchos años un canal de riego es el ícono de lo redactado y denota el recuerdo más caro de su persona, El canal “Chichiro”.

En el año 1953 Aníbal Corbalán funda el Basquet ball Club de la Capital del agro, una de las instituciones deportivas más importantes de la ciudad, conjuntamente con Mario Luna, “Piri” Fierro, Venerando Corbalán, Divas Corvalán, Chicho Palavecino, Chombo Carol y Luis Del Veliz.

En el año 1983 fue nombrado administrador en Colonia El Simbolar donde ocupo ese lugar durante varios años. También fue congresal titular por el Departamento Robles del partido Justicialista desde el año 1973 hasta el 1995 y delegado de colonización en la ex corporación del Rio Dulce.

Aníbal Corbalán fallece en el año 2010, un día 3 de mayo su vida se apaga dejando un gran legado a sus hijos y a su ciudad, el recuerdo de un gran hombre, que como tantos otros, dejó el rastro en el suelo de Fernández.