Fernández | 02-03-2018

Recomiendan completar las vacunas de niños, niñas y adolescentes



Los chicos y chicas de entre 5 y 6 años tienen que recibir tres vacunas, en tanto que a los 11 años deben colocarse cuatro vacunas para estar protegidos.



A poco del inicio del período escolar, el Ministerio de Salud, a cargo de la Lic. Natividad Nassif, recordó que es muy importante que las niñas y los niños tengan todas las vacunas completas de acuerdo al Calendario Nacional de Vacunación, porque ellos son especialmente susceptibles a las enfermedades. En tanto, una alimentación nutritiva, normas básicas de higiene, actividad física y las horas necesarias de descanso contribuyen a lograr un óptimo rendimiento escolar.

El Ministerio de Salud recomienda a las familias completar el calendario de vacunación de los más pequeños, ya que al ingresar a la escuela entran en contacto con muchos otros chicos y adultos, por lo tanto están más expuestos a diferentes enfermedades. Frente a esto, las vacunas son la mejor medida de prevención.

Las vacunas que se deben aplicadas a los niños y niñas de entre 5 y 6 años al ingreso escolar son la Sabin (contra la poliomielitis), la Triple Viral (contra sarampión, rubéola y paperas) y la Triple Bacteriana (contra la difteria, el tétanos y la tos convulsa).

En tanto que, aquellos niños y niñas que cumplan 11 años deben recibir la Triple Bacteriana Acelular (contra la difteria, el tétanos y la tos convulsa); la vacuna contra la Hepatitis B (Iniciar o completar esquema);la vacuna Antimeningocóccica; y la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano - VPH para prevenir el cáncer de cuello de útero.

Cabe recordar, que todas las vacunas del Calendario Nacional de Vacunación se aplican de forma gratuita en todos los hospitales públicos y UPAs de la provincia.

Otros cuidados de la salud de los chicos

Desde la cartera sanitaria provincial, los especialistas recomiendan además promover las siguientes conductas a las familias para garantizar que los chicos comiencen las clases de forma saludable:
- Observar si escuchan y ven correctamente, y controlar su salud bucal.
- Inculcar el buen descanso para favorecer que los niños estén más atentos en la escuela. Se recomienda que se acuesten temprano y duerman entre 8 a 10 horas diarias.

- Si usan anteojos, es necesario que los lleven todos los días a la escuela.
- El desayuno es la primera comida del día y la más importante.

- Reforzar durante todo el año los hábitos de higiene como el lavado frecuente de manos con agua y jabón antes de comer y después de ir al baño, el cepillado de dientes, el baño frecuente y el control de la pediculosis.

- Evitar que lleven cargas pesadas sobre sus espaldas. Es conveniente que coloquen en sus mochilas sólo lo necesario. El peso de las mochilas no tiene que superar el 15% del peso del niño y debe ser colocada de ambas correas para distribuir el peso de la mochila.

- Conversar con los niños algunas normas de seguridad vial. Para ir o volver de la escuela a pie es importante que por las zonas de seguridad.

Evitar que circulen por lugares desconocidos o peligrosos. Si el recorrido es en auto, los chicos deben viajar en el asiento trasero con cinturón de seguridad colocado. Si el recorrido es en bicicleta, utilizar casco y algún elemento brillante para ser visto fácilmente, aunque según la ley nacional de tránsito N° 24.449, la edad mínima para conducir una bicicleta en la vía pública es de 12 años.

- Favorecer la integración de todos los niños y niñas, cada uno con sus particularidades, fomentando la solidaridad y el respeto. La escuela es un espacio para todas y todos.

También recordó que el Certificado de Salud Escolar solicitado por las escuelas para la realización de actividad física puede ser bajado de la página web del Ministerio de Salud www.msaludsgo.gov.ar y que podrá ser completada por el médico de cabecera del niño, niña o adolescente ya sea en un establecimiento de salud pública (Upas u Hospitales) o en el sector privado. El certificado es el único requerimiento que se solicita presentar en la escuela. No se necesita presentar ningún otro estudio clínico en particular porque la constancia emitida por el médico es suficiente a los fines de acreditar que el niño está apto para realizar la actividad física correspondiente en la escuela.




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