Santiago del Estero | 02-09-2010

Se analizó el Plan Estrategico Agroalimentario y el rol de la políticas públicas



Disertaron durante dos jornadas el filósofo y docente de la UBA, Ricardo Forster, y el Subsecretario de Agricultura Familiar de la Nación, Ing. Guillermo Martini. Asistieron de las provincias del NOA, alrededor de 90 técnicos que trabajan en el Desarrollo Rural





En la provincia de Tucumán tuvo lugar recientemente un importante encuentro de técnicos de la Subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación de las delegaciones del NOA, en el cual se analizó el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial 2010-2016, impulsado desde el Ministerio de Agricultura de la Nación.


En la oportunidad, en la primera jornada disertó el reconocido filósofo y docente de Ciencias Sociales de la UBA, Ricardo Forster, quien disertó ante técnicos del Desarrollo Rural sobre “La Situación Política Nacional y su Contexto Latinoamericano”.


Alrededor de 90 técnicos provenientes de las provincias que componen el norte argentino, escuchar la conferencia de Forster, quien desgranó ante los presentes su visión de la realidad rural de la Argentina y el correlato contextual en la actual administración del Gobierno Nacional.


Luego de su conferencia, se concretó un taller con cinco comisiones de trabajo que analizaron cómo se expresa la caracterización política que relató Forster en la región NOA, en particular sus implicancias para el sector de la Agricultura Familiar.
La jornada concluyó con un plenario de comisiones y debate.



Martini



En la segunda jornada del Encuentro Regional de Técnicos, expuso Subsecretario de Agricultura Familiar de la Nación, Ing. Guillermo Martini, quien abordó el tema “El desarrollo rural y la política pública, el rol de la subsecretaria, el PEA”.


“El desguase del Estado de los 90’ ha empezado a revertirse”, expresó Guillermo Martini en Tucumán, al referirse al Plan Estratégico Agroalimentario. Asimismo, hizo una breve historia del modo en que las políticas neoliberales instrumentaron el desguase del Estado con la privatización de los ferrocarriles, las concesiones de las rutas y lo que terminó pasando.


“Es que de ésto, lo que no era rentable se eliminó, se cerraron ramales de ferrocarriles es así, que todo el tema de de las economías regionales quedaron aisladas porque al sector privado no le convenía hacerlo porque los ferrocarriles eran deficitarios y en ese marco hay provincias completas y se declararon inviables como casi todas las provincias del NEA que fueron las más desprotegidas”, argumentó Martini.


El funcionario también agregó que “ahora desde el Gobierno Nacional se está restañando ese sector con la política para consolidar la Agricultura Familiar y hacer sustentable la producción en pequeña escala”.


Refirió que entre el censo de 1988 y el del 2002 desaparecieron 160.000 explotaciones agropecuarias “básicamente impactadas por la crisis financiera que generó este modelo, modificó la estructura social. Esto provocó la concentración del campo en menos manos que pudieron tomar créditos y hacer uso de las nuevas tecnologías. Esto generó una concentración de capitales y modificó la estructura social. Con sus correlatos en la afectación de la estructura de los territorios”.



La Soja



Martini sostuvo además, que luego aparece con fuerza el fenómeno de la sojización que se produce en la Argentina a principios de la década del 90 que se sembraban 500 mil hectáreas de soja. “Hoy se siembran 20 millones de hectáreas. Esos 19 millones de hectáreas se lograron primero pasando 13 millones que antes estaban destinadas a la ganadería y pasaron al cultivo de soja y eso explica de alguna manera que la disminución de la producción ganadera. La concentración de capitales hace que los productores que sobreviven deben entrar en un el endeudamiento enorme: como ejemplo la deuda es de 8.000.000.000 millones de dólares de deuda del sector agropecuario con 14.000.000 de hectáreas hipotecadas, más la sujeción de las políticas de estado al sistema financiero internacional”, contó el subsecretario de Agricultura Familiar.


Esto impactó también –agregó Martini- en el sistema que impactó en el sistema de cooperativas que salieron y se fueron con los productores. Para dar un ejemplo a principios de la década del 90 han desaparecido 1.500 de las 2.000 cooperativas que había en ese momento en el sector agropecuario de la República Argentina y las que sobrevivieron son las que se repusieron con un alto nivel de endeudamiento que persiste hasta nuestros días.
“Esto lleva a la dolarización de la soja que pasa de 16 dólares el quintal a u$s 75 por lo que las deudas del sector se pesifican y también lo que se pesifican son los salarios. Los que cobraban u$s 900 pasan a cobrar 900 pesos”, concluyó Martini.






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