General | 13-09-2010

Matar o morir



Por: Gabriel Hoyos Izurieta
Hechos que se desencadenan en torno al consumo del alcohol.





Es un tema no menor los distintos hechos que se desencadenan en torno al consumo del alcohol.



La gran cantidad de muertos y heridos que se multiplican día a día, las páginas de los diarios que reportan accidentes que involucran a toda clase de personas, y el desenfreno de los vehículos que circulan a su antojo, no respetando las normas mínimas de transito establecidas son moneda corriente de nuestra realidad.


Hay una clara relación entre los accidentes y el alcohol, El consumo de alcohol produce en las personas una depresión no selectiva del sistema nervioso central, deteriorando la función psicomotora, la percepción sensorial (vista y oído) modificando el comportamiento de la persona. Mientras más grande sea la acumulación de alcohol mayor será la disminución de la actividad cerebral y producirá efectos sobre la conducta y por ende en la adecuada conducción de los vehículos y la correcta asimilación de las normas viales.


Pareciese que los accidentes de transito estuviesen de moda y que andar en motos con total impunidad y a la ofensiva es una meta que la mayoría se esmera por conseguir. No resulta extraño que estadísticamente las motos sean las principales protagonistas de hechos trágicos.



Cabe destacar que tanto las motos como los ciclomotores no por el hecho de ser un rodado menor, están eximidas de responsabilidades viales. Además de manejar ebrios, sus conductores no respetan el uso de casco protector que en situaciones límites es sin duda una gran ayuda para evitar peores consecuencias.


El exceso de velocidad de los automóviles devenido en las famosas “picadas” popularizadas entre los jóvenes, también generó lamentables accidentes en estos últimos meses. Es inconcebible vivir esa sensación de adrenalina por la velocidad y el reconocimiento a costa de terminar con vidas humanas.


Ahora bien, por más que existan y sean conocidas las campañas e iniciativas para contrarrestar el consumo y el manejo imprudente, es verdad que los accidentes siguen manifestándose a cada momento en los rincones más remotos de nuestra provincia y no dejan de cesar. La imprudencia al volante ya es un problema cultural que vino para quedarse, y es un desafío complicado poder erradicar de lleno esta problemática.


Recae en los actores sociales y políticos la responsabilidad de seguir informando y concientizando acerca de los peligros que nos acechan no respetando las normas viales, al consumo de alcohol y a la imprudencia al volante.


Es un tema que tiene que tener constancia y difusión en el tiempo, y por más que se torne a veces repetitivo, resulta necesario hacer hincapié en esta temática que afecta directamente a la sociedad y que nos araña el alma con tantas vidas inocentes que se pierden como de sorpresa.






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