Fernández | 29-05-2019

«Volví a nacer, estoy muy feliz y no tengo palabras para agradecer tanto cariño»



Una experiencia que vuelve a vivir a sus 70 años. Juan el conocido verdulero de “los gorditos” cuenta como cambió su vida luego de que “Pityn, el emprendedor solidario, lo convocara para que lleve las riendas de su negocio.



Todos conocen la historia que se hizo viral por su contenido solidario y de buen corazón cuando hace un mes atrás, Omar Horacio “Pityn” Luayza abrió su nueva verdulería “La Reina” y para dirigirla, convocó nada más y nada menos que a Juan, el reconocido verdulero de “Los Gorditos”, quien junto a su hermano Roberto construyeron un verdadero imperio de las frutas y las verduras forjando el desarrollo de la «Capital del agro» en los 90.

Hoy a sus 70 años, Juan con una conmovedora historia sobre sus espaldas y ya retirado del rubro, volvió al ruedo, al lugar donde siempre perteneció: la verdulería. «Me siento muy bien, cómodo y feliz de que la gente me tenga en cuenta» responde Juan tímidamente al inicio de la entrevista, «toda mi vida trabajé en esto y me alegra haber vuelto» añade con más soltura.

«No tengo palabras para agradecer a Pityn, a su mamá que nos ilumina todos los días desde el cielo, a su papá, a sus hermanos, pero especialmente a él, que fue a buscarme en mi casa para ofrecerme trabajo» cuenta Don Juan como cariñosamente lo llaman ante la demanda constante.



«Los conozco desde chicos – continúa – desde cuando yo tenía la verdulería los gorditos, ahora yo estoy jubilado y ellos me reconocieron a mí, me fueron a buscar para darme trabajo, agradezco a Dios y a ellos, cuando tuve recursos ayudé a mucha gente y creo que lo que sembré alguna vez lo sigo cosechando» recuerda emocionado.

«…en una palabra volví a nacer, soy creyente evangélico y Dios me está mirando cada minuto y le agradezco todos los días por esta bendición que me dio, agradezco a la gente que se acuerda y siempre pregunta por mí, muchos querían verme y nunca pensé que a mis 70 años me iba a pasar esto, no me lo esperaba, soy muy agradecido por todo lo que estoy viviendo, a donde voy la gente me saluda y reconoce».

Juan es un hombre de familia de trabajo como muchos, siempre resalta el apoyo de sus seres queridos y cuenta «mi familia está muy contenta por todo esto, ya casi no salía de mi casa, Dios preparó esto y estoy muy feliz. Mi turno es por la mañana pero a mi gusta estar también por las tardes, me siento muy bien con mucha paz y alegría» señaló.

La vuelta de Juan removió viejos recuerdo en toda la comunidad, no solo de aquella concurrida verdulería de aquel entonces, sino de muchos otros recuerdos como el de los festejos en cada triunfo del Xeneize, el festejo de los gorditos era una verdadera fiesta que todo Fernández recuerda.




Comentá esta nota: